Pese al aumento del uso del internet en los últimos años, la pandemia puso en evidencia que algo que pareciera común es todavía un recurso de difícil acceso en algunas zonas del país y del mundo.
Una tortura para el despojado o una expresión de amor y cariño. Un catalizador de unión o parte de una estrategia populista. Jessica Oliva escribe sobre cómo la comida y sus rituales han adquirido frecuentemente una dimensión social y política en el cine mexicano.